Allá donde nuestra mente no imagina océano ni tierra, surge ante nosotros el inmenso desierto del Monte Uluru, los corales palpitantes de Cairns y su barrera,las montañas y glaciares de Nueva Zelanda, las lagunas de color verde sueño de Bora Bora.
Cuando nuestro ojos duermen, en las antípodas se desperezan, y piensa el viajero si no será todo producto de una ensoñación maravillosa de su propia mente.
Viajemos, vayamos donde nuestra mente nos lleve.
Bienvenidos. Esto es Oceanía y Pacífico.
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